miércoles, 27 de mayo de 2015

A continuacion subiremos la reseña ¨ El coronel no tiene quien le escriba¨








El coronel no tiene quien le escriba                                   
El coronel no tiene quien le escriba es una novela corta escrita por Gabriel García Márquez en París, Enero de 1957,  publicada por la Editorial Auguirre en el año 1961.
Gabriel  García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en Colombia. Murió el 17 de abril del 2014 (87 años) en Colombia por neumonía.
 Gabriel García Márquez fue un escritor, editor, periodista y guionista que durante sus años activos escribió aprox.  23 novelas. En el año 1982 ganó el premio nobel de literatura.
El coronel no tiene quien le escriba narra la historia de un viejo coronel que participo como soldado en la guerra de los mil días en Colombia. El coronel sin nombre ni apellido ya que el autor (Gabriel) siempre lo llama  “el coronel”,  vive con su esposa asmática intentando superar la muerte de su único hijo “Agustín”. La novela cuenta que él y su esposa viven en una casa humilde y simple, en  pobreza, ya que la  jubilación que se le prometió pagar al coronel por sus años de servicio a la comunidad, nunca llega. A pesar de que el coronel nunca pierde la esperanza de que alguno de esos tantos viernes que el siempre baja al muelle a esperar la lancha que trae el correo para ver que por fin llegue su jubilación.
La novela se divide en 7 capítulos. La narración comienza en un día de octubre, donde el coronel se prepara para ir a un entierro (que según él es el primer muerto natural en muchos años) y dar su pésame a los familiares. El coronel, mientras se prepara para ir al entierro, poniéndose el traje que se puso para su boda que apenas le entra, encuentra en el fondo de su baúl un viejo paraguas de payaso que utilizaron un día de lluvia cuando su hijo era chico. El coronel sale de la casa dirigiéndose a la plaza donde lo esperan para comenzar el entierro.
El coronel tiene un gallo de pelea que le dejó su hijo Agustín al morir. Agustín fue asesinado en la gallería por dar información que no podía ser rebelada.                                                                    En el pueblo todo el mundo decía que ese gallo era el mejor de todos, por ello el coronel cuidaba y mantenía al gallo, pensando hacer que el gallo volviera a las peleas para poder ganar más dinero, ya que no tenían nada. Por otro lado, su esposa estaba totalmente en desacuerdo con mantener al gallo, pensaba que si lo vendían iban a ganar más dinero y al instante, no tenían que esperar a que el gallo estuviera en forma para lucha.
La pobreza del coronel era horrible y las quejas de su mujer por eso lo eran más, pero el coronel tenía una propuesta para esas quejas “pronto llegará el correo” llega el correo pero la carta no está. Los compañeros de su hijo Agustín hablan con alegría sobre las grandes peleas del gallo ganadas. El coronel como todos los viernes, baja al muelle a esperar el correo, pero en vano porque su jubilación no llega, en ese momento el administrador le dice al coronel “no tiene quien le escriba”. El coronel decide hacer lo que le dijo su esposa y cambiar de abogado
El coronel comienza una carta diciendo que va a cambiar de abogado. Como era octubre en el pueblo seguía lloviendo y el coronel y su esposa al no tener dinero, no tienen nada para comer. En noviembre la mujer sale de casa y  lleva flores a la tumba de su amado hijo, ella aún tiene asma pero eso no le impide llevarle las flores. El coronel decide utilizar la comida que le dan al gallo para comer ellos y les da el gallo a los amigas de Agustín, para que ellos lo cuiden un tiempo hasta que el gallo pueda pelear y el coronel ganar dinero.
Don Sabas, uno de los hombres más ricos del pueblo, le dice al coronel que lo mejor sería que vendiera el gallo, y podría venderlo hasta por 900 pesos y además no tendría ni que pedir que le cuiden al gallo ni cuidarlo él. El coronel va a la oficina de correos y pregunta por la carta que escribió sin tener ninguna respuesta. La mujer fue a la iglesia a pedir un préstamo por los anillos de matrimonio al Padre Ángel, pero él le contesta que es un pecado pedir dinero por cosas sagradas. Después de lo que hizo la mujer, el coronel decide vender el gallo a Don Sabas
El coronel va a la oficina de Don Sabas a vender el gallo, pero él no llega, entonces vuelve a la casa y su mujer le dice que vuelva a intentar vender el gallo, el coronel vuelve a la oficina y Don Sabas le ofrece 400 pesos por el gallo y unos adelantos para que pueda comer mientras le paga.
Una mañana el coronel y su mujer se despiertan felices, porque ya tenían que comer por el adelanto de Don Sabas. El coronel baja a la oficina de correos y se acuerda que ese día comienzan los entrenamientos en la gallería así que decide ir a ver. En ese momento, el coronel se da cuenta que el gallo vale mucho más de lo que Don Sabas le ofreció, por eso decide regresar el dinero y quedarse con el gallo y mantenerlo, por lo tanto quiere esperar un poco más por su jubilación. Mientras su mujer reclama la situación económica en la que están.
Es una novela muy interesante, que cuenta varios aspectos y situaciones de la vida real. Cuando la comencé a leer me pareció aburrida y poco entendible, pero luego cuando pase al 2 capitulo la entendí mejor y me “enganche” leyéndola. Tiene un final muy descriptivo sobre la decisión del coronel y según mi criterio un final que no esperaba. La recomiendo para mayores de 13 años.
A mí me gusto esta novela porque me hizo reflexionar sobre la pobreza en casos extremos, por ejemplo, pueblos olvidados por dios (la iglesia) y por los hombres.
La recomiendo, espero que les guste y les parezca interesante como a mí.

Reseña realizada por Victoria Yacobsen.
Ilustración realizado por Ana Clara Koltukian




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